Serafín, conductor de la linea 72 a Sitges de la compañia Las Planes numero de bus 660: Es Usted Un Maleducado.

Esta historia comienza en el sabado 2 de este pasado puente de mayo. Estabamos los que solemos ser de camino al Molinapartament a pasar unos dias ahi de farra y dibersión. Sin embargo un ente maligno conspiró para aguarnos la fiesta.
Eran las 4 de la tarde y marchabamos hacia el partamento cuando llegamos al bus. Nada presagiaba el derramamiento de sangre que habria, bueno o algo asi. Al principio todo eran buenas maneras con el conductor, Serafin, el cual educadamente aseguró que paraba en nuestro destino. Contentos, alegres y sonrientes nos sentamos a esperar y disfrutar de las vistas a poligonos industriales y carreteruchas cuando al irse acercando el momento de parar le dimos al boton. "Estas seguro, nene?" Preguntó la sexsymbol del grupo. "Si, mi amor", respondí candidamente al ver encendido el letrero de parada solicitada. Nos preparabamos para bajar pero desconcertantemente, el bus no paró. Horror, traición y cagarrinas. Pero soportamos estoicamente ya que en la parada que se acababa de saltar inmisericordemente el autobusero del mal no se encontraban los dos integrantes del grupo que faltaban por recojer. "Estaran por la siguiente parada que tampoco esta muy lejos", les tranquilicé, "asique no hay problema, en la proxima, abajo".
Nos las prometiamos felices y creiamos que el fin de la experiencia desconcertante estaba al caer....inocentes, indefensos....obviamente no era asi. Serafín tenia todabia un as en la manga.
El momento de terror era máximo porque en efecto nuestros companys estaban en la parada , esperandonos, y Serafín dictó su sentencia malvada y cruel: este bus no para. Con incredulidad se cruzarón nuestras miradas con nuestros amigos en la parada y un sentimiento de pesadumbre se abatiá sobre los companys que estabamos en el bus porque despues de esa ultima parada ya acababa el pueblo....nos ibamos de cabeza a la autopista? autovia? No lo sabiamos, pero era el fin.
Con valentía me adelante hacia el autobusero para saber porque habia dictado sentencia, porque decidia ser cruel con unos viajeros que no habian hecho mal a nadie. Y entonces al verlo al volante lo vi, lo supe. Era muy sencillo. No esq ue fuese un ser malvado sino simplemente estupido e irresponsable puesto que iva tan tranquilo charlando con un abuelo que seguramente los dias de cada dia se lebantaba pronto para ir a ver obras. No importaba, tenia una misión y una responsabilidad. Me dirigi a Serafín, con decisión y mucha educación: "perdone caballero, se ha saltado la parada, podria hacer el favor de parar" Casi no me creia de lo educado que estaba siendo pero más increible fué su respuesta, chulesca y maleducada: "no habeis picado hasta hace na', que ya os habias saltao la parada...". Incredulo, espantado y patidifuso ante tamaña mentira pero firme y educado le dije "Perdone, pero hace rato que la luz de parada solicitada esta encendida". "Pues no que a mi ma'bria salido la luz en el tablero" Dijo, señalando una luz que para sorpresa de nadie y obviamente estaba encendida. "Qa'beis picado después" Asi seguimos un rato que se hizo eterno ya que pese a mi educación y buenas maneras Serafín se iva tornando más violento. "Aqui lo que pasa caballero es que iva distraido hablando con este señor". Fué mi error. Declarar que havia sido testigo de su negligencia al volante desató una furia más que por justicia para ocultar la vergüenza que debia probocarle tal pillada. "Mire o para aqui mismo o le denuncio, deme su numero de linia y conductor." Exclame harto de sus improperios a lo que siguió otra sarta de peores improperios y brabuconadas. Vamos que al querido Serafín se la sudaba que le denunciasen por negligencia al volante. Algo raro vaya, puesto que empezó a amenazarme con llamar a los Mossos D'Esquadra, esos simpaticos amantes de la ley y orden en Cataluña, y yo tan contento puesto que tenia la razón de mi parte. "Llamelos, que estaba distraido al volante hablando" le decia yo continuamente para responder de sus vaciles.B ueno, el siguió a lo suyo, a las faltas de respeto, a los insultos, que si niñato por aqui que si me pire por ayá. Hasta que me harte de el y en una de estas que me dijo que estaba insultandole yo a el le dije"En efecto caballero, es usted un maleducado". "Me estas insultando??" Dijo indignadisimo Serafin," En efecto" respondí"Le estoy llamando maleducado". Y Serafín explotó y sin soltar el volante y medio girandose hacia mi con la mano lebantada chillando violentamente mientras le miraba sereno "que te pires pa'tras, que te pires pa'tras que aora mihmo llamo a los Mosos, que de que vas, que eres un niñato"...etc etc etc....
Para ese momento de máxima tensión y violencia por parte de una persona que se supone trabaja para el publico, para los usuarios que religiosamente pagan el trayecto, el resto de los viajeros estaban ya solibiantados, algunos a favor de mi, y el resto a favor de que callasemos y que conduciese bien que iva a probocar un accidente. Continue durante unos momentos con mucha calma exigiendole a Serafin que parase el bus y que me diese su numero de conductor. Claro que no atendió a razones. Mi querida novia y morenaza desde atras me pidió que lo dejase estar y que esperase a los mossos los cuales seguro que ibamos a ver en un tiempo digamoslo que inmediato. Retrocedo, me siento con mis companys y unas señoras que lo habian oido todo(como el resto del bus gracias a los chillidos histericos de Serafín) nos comentan indignadas que ay que ver que maleducado y que han visto claramente que estaba distraido. Dos testigos más para los mosos, Bien! Sin embargo el cuento no termina puesto que gritando como un energumeno, girado hacia la parte de atrás del bus y cometiendo la negligencia numero 10 de la tarde Serafín empezó a increparnos con la ayuda del caballerete anciano con el que se havia distraido hacia ya una eternidad "porque molestabamos a los viajeros". Pero ya no estaba solo porque los viajeros que nos rodeaban le contestaron en su idioma(es decir, a gritos) Que aqui el unico que molestaba era él y que podian hablar con quien les dise la gana.
La situación ya explotó del todo, Serafín empezó a acelerar como un condenado gritando a saber que cosas porque estaba ya furioso y por poco se salta una parada que estaba ya a saber donde, puesto que el nucleo urbano hacia rato que se habia alejado en el horizonte. No obstante los viajeros empezaron a gritarle y no tubo más remedio que parar. Pero no queria dejarnos bajar porque iba a llamar a los mosos, y yo encantado porque casi me pega y havia cometido un delito al volante despues de otro y tenia testigos de mi buen y razonable comportamiento, pero la sangre no llegó al rio porque cedió a la presión de un bus lleno de viajeros hartos de su rabieta y bajamos todos.
Esto ya llega al final ya que un par de viajeros me convencieron de que lo dejase estar puesto que yo estaba contentisimo y dispuestisimo a esperar a los mosos mientras Serafín seguia expulsando sapos y culebras por su boca de conductor negligente. El asunto es que acabamos en un hospital perdido entre dos municipios, sin dinero para volver. Pero el resto de la historia se la dejo en manos de Rafalet, en su blog de Cronicas Ibericas, ya que es una parte más agradable de la que él de buen seguro hará más justicia ya que nos esperaba una gran y grata sorpresa. Nos visitó la mismisima bondad. Estad atentos pues....en breve visitad a Rafalet!!!