jueves, abril 11, 2013

La Historia de Canijo

 Cuando un amigo se va siempre te dicen que te quedes con lo mejor, con los recuerdos, y eso quiero quiero hacer con mi amigo Canijo y por eso voy a relataros su vida a grandes rasgos, para mantener su memoria. Su tan peculiar nombre es debido a que cuando lo conocí era muy, muy pequeño. Pero llegó a ser grande, el más grande de todos. Pasad pues, que empieza la Historia de un gato llamado Canijo. 

 Hace casi 11 años (en Julio de este año los hubiese cumplido) una calurosa mañana de agosto llegó de hacer la compra mi madre, angustiada porque había visto un gatito de un mes debajo de un todoterreno y no se había dejado coger. En vista del disgusto que tenía, mi hermana y yo decidimos ir a rescatarlo. Cuando llegamos al vehículo vimos a un pequeñín furioso y en guardia. Tan pequeño que no podía alcanzar siquiera el interior de las ruedas del todoterreno. Gracias a eso, y a una manta que usamos cual red, pudimos sacarlo de ahí abajo. Nunca olvidaré como la veterinaria lo sostenía con una mano como un saquito de huesos mientras lo despulgaba con un spray, y como intentaba bufar cual tigre pero que quedaba mas bien como globo deshinchado. 

  Tampoco olvidaré jamás como mi madre lo domesticó a base de cucharadas de leche, entre soplido y soplido. Porque era todo un luchador y no se iba a dejar pisar por nadie. Pero ay! con la barriga llena de leche y con su cestito y mantita el tigre se desvanecía y solo quedaba el esmirriado cachorrín que no sabía ni bufar. 

  Con sus primeras correrías por casa hubo que estar vigilante porque cabía entre los barrotes del balcón y fueron más de una y de dos las noches en vela vigilando al temerario tigrecín. Hasta que ya domesticado del todo se hizo dueño y señor del corazón de mi madre (una madre es una madre y para él aquella señora que le daba cucharadas de leche al sol de agosto, sería para siempre su madre) y también de su cama, así que por fin pudimos dormir todos tranquilos. Sin embargo pronto nos dimos cuenta que esa bola de huesos llamada Canijo se estaba haciendo un gato enorme. De 6 quilos y pico antes de alcanzar un año. Si hubiese sido humano mi Canijo, de jovencito, hubiese dejado la autoestima de los cachitas de gimnasio por los suelos. Un verdadero tigre, un gatazo sin igual. Supongo que por la ironía se quedo con ese nombre pues Canijo era solo un mote temporal.

 Y bueno, mi Canijo era un fiera, en todos los aspectos y hubo que caparlo enseguida. Aún así le dio tiempo a tener 6 hijos, todos machos. De los 5 primeros no sé nada pues eran tiempos anteriores a internet y facebook pero del 6 si tengo su historia. Otro día os contaré la historia del hijo del Canijo, Kinder, porque también tiene su aquel y porque ahora mismo comparte mi escritorio, durmiendo plácidamente. Por cierto Canijo, estés donde estés, gracias por darme a Kinder.

 


 En definitiva tanta actividad le costó a Canijo su virilidad y a partir de ahí se convirtió en un señor Don Gato, placido y bonachón, aunque solo si no le tocabas lo que ya no tenia. Engordó y vivió tranquilo, haciendo de padre de todos, de báculo del gato más anciano y siendo el cachorro de 8 quilos de madre. Porque sí, siendo un gato orondo y bien grandote él siempre fue como un cachorrete con mi madre. No era muy dado a los mimos, excepto con mi madre, que conseguí sacarle ronroneos y marramiaus dulces, de nene pequeño. Fueron años buenos, años en los que de verdad se ganó el cielo por las perrerías que le hacia al ser tan bonachón y grandote. Nunca le gustaron mucho los achuchones pero en invierno estaba tan calentito y era tan blandito....
 

 Bueno, el tiempo en esta historia fue pasando, día tras día. Mes tras mes. Y al cabo de 10 años Canijo perdió a su gran amigo Willy. Nosotros también, pero estábamos más preparados. Se le notaba más tristón y decaído y quise dedicarle más tiempo, más cariño pues me di cuenta de que mi Canijo ya era todo un señor. Quise compensarle y ayudarle pero pese a todo él nunca supero la perdida de su amigo. 

 Y entonces, hace ya dos semanas, enfermó. Han sido dos semanas de viajes al veterinarios, de noches en vela y de grandes pesares y desvelos. Mucha tensión, desconocimiento y temor. Porque nos temíamos lo peor, que él ya no quisiese vivir más. No conseguíamos curarlo del todo, cuando algo iba bien se fastidiaba por otro lado y para cuando dimos con todas las variables ya era tarde. No pudimos ayudarlo y entró en shock. No lo superó. Canijo nos dejo el domingo pasado por la mañana. Ahora descansa junto a su gran amigo Willy, un descanso merecido aunque a todas luces demasiado temprano.

 

 Esta historia no le hace justicia, yo no se escribirla. No se describiros el hueco que ha dejado, lo mucho que lo echo de menos y la frustración e impotencia que me supone no haberlo podido ayudar mejor, no haber conseguido salvarlo.

 Siempre, siempre te llevaré en mi corazón.

viernes, diciembre 21, 2012

Mis manos.

En tu última mañana con nosotros mis manos te dieron el último tazón de leche, que tú, terco como ninguno, insististe en terminar. Pese al temblor que empezaba a atenazar tus ya cansadas extremidades nada impidió que terminases tu ritual hasta que una vez agotado el tazón tu vida llego a su fin, en una ironía que recorre mi desvelo cual rayo que no cesa.

Y ahí estaban mis manos para sostenerte en el final del camino, para acogerte en el claro más ayá del bosque. Mis manos te acunaron mientras te ibas, mientras el corazón detenía su latido y te permitía un descanso pese a nuestros deseos y esperanzas. Eran 18 años de compañía, de cuidados y de amistad entre un humano y su mascota. Y terminaron, en mis manos, abruptamente.

Por último, mis manos estuvieron ahí, para llevarte a tu lugar de reposo. Mis manos, de hecho, cavaron tu nicho, al pie de un olivo. Mis manos abrazaron la tierra que te que cobija ahora, con gran pesar aunque quede el consuelo de que retornarás a la tierra que te vio nacer.

Y mis manos, ahora, están algo vacías.



Descansa en paz, querido amigo.

lunes, julio 11, 2011

De ilusiones que vive uno.

Estar en el paro apesta. Y si eres un trabajador no cualificado ya ni te cuento. Tengo casi 25 años y ganas de tener la vida que corresponde a esa edad. Quiero un piso donde vivir con mi chica, quiero unos ingresos para realizar los proyectos e ilusiones que me vienen a la mente.

Mi anterior trabajo como instructor tenía un pésimo sueldo pero me hacía sentir siempre en un desafío constante y me sentía realizado. Era gratificante seguir la evolución de niños y mayores, de ayudarles. No me había sentido así en ningún trabajo anterior.

Por eso he decidido no resignarme a acabar como mozo de almacén, cajero o puestos similares que ya he tenido que sufrir. Veo gente que prospera sin estudios, que con un poco de valentía y morro accede a buenos puestos de trabajo. Estamos todo el día hablando del mundo 2.0 y de sus posibilidades, pues bien ¡pienso aprovecharlas todas!

A mí de momento me sirve sentirme realizado, que me motive. No me voy a rendir.

jueves, marzo 31, 2011

El alma de un Blog.

Un blog es algo especial. Tu propio espacio. Crece contigo. Más rápido o más lento pero lo hace. Siempre podrás volver a él porque sabes que está hecho a tu medida. Nadie manda en los contenidos ni en las formas. Son un pequeño regalo de la red.

Tú en cambio los creas como si fuesen rosquillas. Aunque sea un servicio gratuito son proyectos y deben tener algo de cara y ojos. Son parte de ti y muestran de que pasta estas fabricado, son un espejo de ti y de tu espíritu. ¿Qué crees que muestra el hecho de que crees uno cada año? Que los abandones a medio hacer y luego dejes el cibercadáver ahí…si es que lo dejas, porque sino los borras para que no quede marca del fracaso. Un fracaso mayúsculo ya que nadie te obliga, nadie te paga. Es tu proyecto, tu espejo. ¿Qué nos muestra tú espejo pues?

miércoles, marzo 23, 2011

Buenos días! No.

Me he dado cuenta de que este blog sigue teniendo “tráfico”. Lo malo es que es todo por el puñetero post acerca de Bears Grills. Es el post récord absoluto de visitas y comentarios Estoy por borrarlo. Pero, ¿qué demonios? Si solo la mitad de los que leen eso se pasean luego por el resto del blog ya esta bien.

En los malos momentos siempre apetece escribir, hablar, desahogarte. Yo empiezo a estar cansado de esas expresiones ya. Solo quiero una vida normal, la que ya tenía, de vuelta. Parece que corren malos tiempos, de esos de apretar los puños, rechinar los dientes y mirar hacia el horizonte mientras te obligas a dar un paso tras otro.

Me canso de sentirme solo, de sentir que no tengo a nadie…. ¿qué mierda es esa? ¿Después de lo que he pasado? ¡Ni hablar! No me resignaré a que todo esto quede así…

miércoles, marzo 16, 2011

Conmoción.

Nunca crees que te pueda pasar, eso solo les ocurre a los amigos de un amigo que… y es más, durante la conmoción, mientras estas metido en la mierda sigues sin creértelo, sigue sin ser posible. Un momento antes tienes una vida que para mí personalmente valía su peso en oro y al siguiente estás con el agua hasta el cuello.

Y cuando todo pasa, si has tenido suerte de salir indemne y llevas contigo todo lo que traías bajo el brazo anteriormente empiezas a plantearte cosas. Algunos valorarán más lo que tenían dándose cuenta de lo necios que han sido, otros se acongojarán para siempre porque no pueden dejar de ser conscientes del abismo en el que vivimos. Otras personas se echarán a la espalda la experiencia y se comerán el mundo conscientes precisamente de ese ingrato abismo, siempre con el agua hasta el cuello.

Entre medio están los grises en los que el ser humano gusta de revolcarse. Porque está claro que la vida no es blanco ni negro, son miles los caminos en los que la vida discurre.

Y sobre todo la cicatriz perpetua que deja en nosotros, unas veces visible y otras sepultadas en la psique, estos reveses en la vida. Pero como digo siempre….lo que no te mata te hace más fuerte.

¡Siempre Adelante!

martes, marzo 08, 2011

Nausea y vertigo.

En estos últimos 15 días algo ha muerto dentro de mí. Una chispa de alegría perdida que quizá haya marchado para siempre. O quizá cuando todo esto acabe me la puedas traer de vuelta.

Aunque hayas salido de ahí, hayas vuelto junto a mi, verte así me partió el alma en dos y es algo que me acompaña durante la noche, en la soledad.

Me siento vacio del todo, roto como una tinaja de barro. Te cuido todo lo que puedo, bebo de tus ojos hasta la extenuación pero no me lleno, se me derrama la alegría.

Quiero llevarte luz, tal y como te prometí y sin embargo me hundo en la jodida miseria.